domingo, julio 28, 2013

Una invitación




Esta es la invitación al cumpleaños número dieciocho de Hyuna al cuál no fui.

Victoria, Luna e incluso Sulli estaban indignadas de que hubieras osado invitarme. A mí no me importaba. Fue tu intento —tonto, torpe y absurdo—, de mejorar las cosas. Después de todo llevábamos ya ocho meses separadas, los cuales eran también más o menos lo de tu relación con Hyuna sin mí en medio. Sin contar el tiempo que estuviste con ella de modo clandestino, ustedes ya llevaban dos meses más de lo que tú y yo duramos.

Supongo que esa también debió haber sido una señal para mí.

Ahora que lo pienso, debí limpiarme el corazón, sacudirme las tristezas y el resentimiento, tomar la invitación de aquella fiesta celebrada en un club de elite, e ir. Llegar con ustedes, sonreírles, darle un precioso regalo a tu preciosa novia y verla bailar. Y comprobar si era tan sexy cómo escuche decir a varios chicos.

Tal vez habría tenido que aguantar algunos besos entre tú y ella, pero eso habría sido mejor que repasar los regalos que me hiciste, recordar buenos momentos y llorar con cada uno.

De todas formas, te regreso esta invitación, pero no la cuento cómo una de las cosas que representan nuestro tiempo juntas, porque no lo es.

Esta invitación es de tu tiempo con ella, con Hyuna.

Tal vez la incluyas tu misma en la caja que le darás a ella cuándo te rompa el corazón junto con todas esas cosas que te la recuerdan, tal y cómo estoy haciendo yo.

O tal vez también, sea ella quién termine con el corazón roto y un montón de regalos tuyos, y esta invitación tome lugar en una caja con sus pedazos de corazón roto y los peluches que de seguro también le regalaste.

No sé en cual caja termine, porque no pertenece a la mía.

Es algo tuyo y de ella.


Disfrútalo.



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