No. Mentira. Ese no era el
último.
Falta la chaqueta.
Te evite, ¿recuerdas?, te
evite a toda costa, en todo momento y con cualquier tipo de jugarretas. No
necesite decirte porque te evitaba, Victoria y Luna se ocuparon de ello,
hicieron un gran trabajo en hacerte sentir mal, lo pude ver en tus ojos. Pero
aún así, lo único que tenías para decir era un “lo siento”, porque quisieras o
no, la amabas a ella y no a mí.
Eso me molesto. Mi ego es
indiscutiblemente sano, y me molesto que no quisieras pedirme regresar contigo,
me molesto que luego de unos cuantos intentos por acercarte a mí, te dieras por
vencida, me molesto que fueras tan sincera conmigo y me contaras que a ella la
conociste antes que a mí y cuándo ella te busco de forma amorosa tú ya estabas
conmigo y no supiste cómo romper.
Me molesto que no me amaras.
Pero me di cuenta de que
Hyuna había llegado antes a tu vida y que tú siempre —siempre—
estuviste enamorada de ella, y que yo fui cómo los cortos animados que a veces
proyectan en los cines antes de que empiece la película. Yo fui un “mientras
ocurre”, “mientras empieza”.
Y entonces me molesto ser un “mientras”, y al mismo
tiempo estar tan herida y aún así quererte tanto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario